La importancia y la necesidad de educadores sexuales

"¡Lo necesitaba tanto!", "¿Por qué no lo supe antes?", "¡Muchas gracias Asha por explicarme las cosas con paciencia!". - Éstas son sólo algunas de las muchas respuestas que recibo en mis sesiones y charlas!. En la sociedad actual, en rápida evolución, el papel de los educadores sexuales nunca ha sido tan crucial. Como educadora sexual amable, informada y carismática, me apasiona desmitificar la salud sexual y las relaciones sexuales y proporcionar información precisa y completa a personas de todas las edades y etapas. Haciendo hincapié en la creación de un entorno seguro e integrador, me esfuerzo por capacitar a las personas para que comprendan su cuerpo, acepten su sexualidad y tomen decisiones informadas, y disfruten de la diversión.

Romper el tabú

Una de las principales razones por las que los educadores sexuales son vitales es para romper el tabú que rodea las discusiones sobre sexo. A pesar de vivir en una era de acceso sin precedentes a la información, a muchas personas les sigue resultando difícil hablar abiertamente sobre salud sexual y relaciones. Esto proviene de una cultura mojigata o conservadora -o religiosa- o de una cultura anticuada y "retrógrada" que considera el sexo sólo como algo privado, sucio o incluso innecesario. Esta reticencia puede dar lugar a malentendidos, perpetuar mitos y contribuir al estigma en torno a ciertos temas, como la anticoncepción, el consentimiento y la orientación sexual.

Los educadores sexuales desempeñan un papel crucial en la normalización de estas conversaciones. Al proporcionar un espacio seguro y sin prejuicios, fomentamos el diálogo abierto y promovemos una mejor comprensión de la salud y los conocimientos sexuales. Esto es especialmente importante para los jóvenes, que pueden sentirse avergonzados o inseguros sobre dónde acudir para obtener información fiable, pero también para las personas mayores que creían saberlo todo, ¡pero evidentemente no es así!

Capacitar a las personas con conocimientos

La educación es empoderamiento. La educación sexual integral dota a las personas de los conocimientos que necesitan para tomar decisiones informadas sobre su salud sexual, sus acciones y su bienestar. Va más allá de los fundamentos de la anatomía y la reproducción para abarcar temas como el consentimiento, las relaciones sanas y la orientación sexual.

Como educadora sexual, creo que es esencial proporcionar información precisa, basada en pruebas y adaptada a las necesidades de cada persona, y para distintos grupos de edad. Por ejemplo, los adolescentes pueden necesitar orientación sobre temas como la pubertad y las prácticas sexuales seguras, mientras que los adultos pueden beneficiarse de conversaciones sobre la intimidad, la satisfacción sexual y la gestión de la salud sexual a medida que envejecen.

Abordar las ideas erróneas y los mitos

Las ideas erróneas y los mitos sobre el sexo están muy extendidos y pueden tener consecuencias perjudiciales. Por ejemplo, los mitos sobre la anticoncepción pueden provocar embarazos no deseados, mientras que los malentendidos sobre el consentimiento pueden contribuir a relaciones insanas e incluso a la violencia sexual. Los educadores sexuales están en una posición única para abordar de frente estos conceptos erróneos.

Proporcionando información objetiva y desmontando mitos, podemos ayudar a las personas a tomar decisiones más seguras y saludables. Esto es especialmente importante en una época en la que la desinformación puede propagarse rápidamente a través de las redes sociales e Internet. Los educadores sexuales actúan como fuente fiable de información, ayudando a disipar falsedades y a promover una comprensión más exacta de la salud sexual.

Incluso cuando tienes pareja, a menudo resulta difícil o incómodo hablar de cosas sexuales íntimas, de tus deseos o preferencias, o de técnicas, cuando no estás teniendo relaciones sexuales: a menudo se considera que no es el tema de discusión en la mesa del comedor o cuando sales a dar un paseo. Y cuando ESTÁIS teniendo relaciones sexuales, las pasiones se disparan y tampoco parece el momento adecuado para una lección o discusión, ¡no sea que enfríes el ambiente y desconectes a la otra persona! Como educadora sexual, me complace dedicar tiempo a explicar las cosas, hablar de los problemas y ayudarte a ser la mejor versión de ti misma en el sexo.

Fomentar relaciones sanas

Las relaciones sanas son una piedra angular del bienestar, y la educación sexual desempeña un papel vital para fomentarlas. Al enseñar a las personas la comunicación, el consentimiento y el respeto, los educadores sexuales ayudan a las personas a desarrollar las habilidades que necesitan para construir y mantener relaciones sanas. Hablamos de franqueza, honestidad y buena comunicación (¡incluida la escucha!).

El consentimiento es un tema especialmente importante en el que hacen hincapié los educadores sexuales. Entender el consentimiento implica reconocer que debe ser claro, informado y voluntario. Al enseñar la importancia del consentimiento, capacitamos a las personas para establecer límites, respetar los límites de los demás y entablar relaciones basadas en el respeto y la comprensión mutuos. Insisto en la importancia de conocerte a ti mismo, tus deseos y necesidades, y de conocer a tu pareja del mismo modo: Para dar amor y recibir amor de la forma en que ambos lo necesitáis.

Apoyar el bienestar sexual

Como educadora sexual con una gran libido, comprendo la importancia de abordar el bienestar sexual como parte de la salud general. Mi experiencia personal de necesitar actividad sexual como parte habitual de la vida diaria subraya lo diversas e individuales que pueden ser las necesidades sexuales. Para mí, el sexo no es sólo una necesidad biológica, sino un aspecto integral de la salud emocional y física.

El bienestar sexual abarca aspectos físicos, emocionales y mentales de la sexualidad y varía mucho de una persona a otra. Para algunos, la actividad sexual puede ser frecuente y satisfactoria, mientras que para otros, los deseos y necesidades pueden ser menos frecuentes o de naturaleza diferente. Como educadores sexuales, hacemos hincapié en la importancia de comprender y aceptar las necesidades y deseos sexuales únicos de cada uno, sin juzgarlos ni avergonzarlos. Hay pocas "normas".

La educación sexual también aborda cuestiones como la disfunción sexual, ayudando a las personas a comprender que buscar ayuda es normal y beneficioso. Al promover un enfoque holístico de la salud sexual, los educadores sexuales animan a las personas a dar prioridad a su bienestar y a buscar apoyo cuando lo necesiten.

Enseño por qué, quién, qué, dónde, cuándo y cómo tener relaciones sexuales. Hablo del entorno y el ambiente. Hablo de juguetes, posturas, iluminación y ropa. Abarco un amplio abanico de temas.

Promover la inclusión y la diversidad

La inclusión y la diversidad son principios fundamentales de la educación sexual integral. Las personas proceden de entornos diversos, con experiencias, orientaciones e identidades únicas. Los educadores sexuales se esfuerzan por crear un entorno inclusivo en el que todos se sientan respetados y representados.

Esto incluye reconocer y abordar las necesidades de las personas LGBTQ+, las personas con discapacidades y las de distintos orígenes culturales. Al promover la inclusividad, los educadores sexuales garantizan que todas las personas tengan acceso a la información y el apoyo que necesitan para tomar decisiones informadas sobre su salud sexual.

La necesidad de educadores sexuales

La necesidad de educadores sexuales es más importante que nunca. En un mundo en el que abunda la desinformación y persiste el estigma, los educadores sexuales prestan un servicio vital ofreciendo información precisa, fomentando actitudes sanas hacia la sexualidad y capacitando a las personas para que tomen decisiones con conocimiento de causa.

Como apasionada educadora sexual, me comprometo a continuar esta importante labor. Mi objetivo es crear un mundo en el que todos se sientan seguros e informados sobre su salud sexual, en el que se fomente el diálogo abierto y en el que se cuestionen y corrijan los conceptos erróneos. Promoviendo una educación sexual integral, podemos contribuir a una sociedad más sana e informada, en la que las personas estén capacitadas para aceptar su sexualidad y tomar decisiones que mejoren su bienestar.

Así que ve, sé audaz y valiente; ¡gana confianza en ti misma, en tus relaciones y en tu sexualidad!

Asha